domingo, 29 de mayo de 2011

Una educación utópica















¿Por qué enseñamos la técnica y no la vida?
¿Por qué olvidamos sentir al escolarizarnos?
¿Por qué estudiamos matemáticas y no poesía?
¿Por qué memorizar los datos y no criticarlos?

¿Por qué contenidos y objetivos, por qué no sentimientos?
¿Por qué ante la duda respuestas y no experiencia?
¿Por qué desnudar al corazón y vestirlo de conocimientos?
¿Por qué no sustituimos por juego letras y ciencias?

¿Por qué llenar la mochila del estudiante con viejos refranes?
¿Por qué no que desarrolle su imaginación, que cambie el mundo?
¿Por qué enseñar el verbo ayudar y no la acción si es más rentable?
¿Por qué no evitarle perder el lugar que ocupa el saber absurdo?

¿Por qué empeñarse en que sea buen alumno y no buena persona?
¿Por qué llamarlo carrera universitaria si debiera ser un bello paseo?
¿Por qué no luchar porque siga la magia, porque aún brille la aurora?
¿Por qué no soñar y buscar nuestra propia utopía, futuros maestros?

Dedicada a Angélica Morales, junto a dos besos por mejilla. Gracias por ser una gran maestra literaria.

2 comentarios:

  1. Me siento identificado!!! es la cruda realidad!

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  2. Toda la razón del mundo. Supongo que la respuesta será que a las personas de arriba, los que dirigen la sociedad, no les interesa acaudillar personas con ideas propias, si no borregos que actuen como se les a enseñado y que sirvan para ejecutar sus planes. De hecho, a la hora de hacer exámenes lo que mas cuesta son las preguntas de pensar y de redactar lo que se sabe. Habrá de pasar mucho tiempo para que la cosa cambie, pero los padres tambien han de saber que ellos son quienes han de inculcarles valores a sus hijos, y eso cada vez mas se está perdiendo.

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