lunes, 6 de junio de 2011

El regalo

La vida es un regalo. Es el mayor regalo que nadie jamás ha abierto. Es un beso, una caricia, un susurro placentero, es un abrazo aún sin entregar. Es una palabra de apoyo en el momento adecuado, las ganas de seguir cuando estás al final de la carrera, el gusto por saltar ante el abismo. La vida está en la sonrisa de un niño, en la mirada de una niña, en una bella poesía, en cada uno de los paisajes que encierran nuestros ojos.
Y es relativa, puede verse en el mayor paraíso que puedas pensar, pero puede encontrarse también en la estrella más pequeña, aquella diminuta casi imperceptible.
La vida es un regalo. Es el mayor regalo que nadie jamás ha abierto. Es realmente una caja de regalos de esas con otras cajas más pequeñas en su interior. Y más y más, al estilo muñeca rusa. Imagina, sueña.
Abres la primera caja y ves la bola del mundo. Una bola uniforme, sin manchas, igual en todos sus lados. Sin diferencias entre África y Estados Unidos. Con igualdad entre sus habitantes. Una bola grande, bella, con maravillosa vida en su interior.
Decides abrir la siguiente caja y ves que hay miles de personas. Algunas te suenan y a otras te encantaría conocerlas. Representa tu país. Todos dialogan, algunos se dan muestras de cariño, y encima de una tarima, otros guían hacia un acuerdo que nos hace avanzar. Es la vida.
Pero no te quedas ahí, y vuelves a buscar la siguiente caja y la próxima, y algunas más. Llegas a una caja algo más pequeña, y en ella te espera tu familia, tus amigos, tus mascotas si es que tienes, tu pareja o alguna persona especial. Todos vuelven a decirte lo mucho que te quieren, y a recordarte cada uno de los momentos que pasasteis juntos. Sonriendo les dice que la vida es larga, y que queda mucho que pasar a su lado.
Vuelves a la aventura, sigues abriendo cajas. Y llegas a la última. Un espejo. Un espejo algo deteriorado pero con una apreciada belleza, de esas de cuento: tu reflejo. Ves que la última caja que te esperaba, la más pequeña, era precisamente este instante. Era el punto y final de este escrito. El comienzo de otro: tu vida, el más bonito relato y tú con suerte como protagonista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario