domingo, 31 de octubre de 2010

Mortem ego

Presiona esta daga hasta que mi corazón se desangre y sus latidos sean solo un recuerdo para tu memoria. No me dejes ver, no me hagas sentir, solo hazme saber que detrás de ti hay algo más que sufrir. Tu obsesiva relación me convierte en un monstruo que debo acabar, aunque deba escapar de ti y las huellas con sangre debas seguir para acabar con mi ser. Recuerda ya, cuando no este que en ese pozo negro lleno de angustia y dolor había una persona ahogándose, esperando por tu amor. El universo nos ha hecho terminar de una forma macabra y más oscura que el mismo, nunca pude decir adiós, pero aunque leas mis memorias, nunca sabrás quién me dominó.

No, no pienses, solo actúa para olvidar ese deseo de un futuro inalcanzable, clava tus garras en el presente y aférrate a él con la esperanza del olvido de mi reciente muerte. Ahora que solo sangre y un cadáver quedo de lo que yo era vida, puedo decirte desde muy lejanas tierras, desde la nada, que no importa amar, lo que verdaderamente importa es olvidar a un ser amado.

jueves, 14 de octubre de 2010

Amor de una necrófila

Llega noviembre y no sé cómo decir "te amo", el veneno de tus ojos me hace desbarrancar en la eternidad.
Pálida y fría como la nieve se siente tu antiguamente suave piel. No soy tu asesina, soy tu enamorada. Solía besar tus labios, ahora solo puedo abrazar tu cadáver, mis ojos se nublan ante tus hedores. Y donde había brillo, ahora hay moscas volando y depositando vida, tu perfume en repugnancia se convirtió. De alguna manera te sigo amando, solo eres una muerta sin vida. Eternamente serás un pedazo de carne, pero lo que fuiste nunca fue mejor. La vida que tuve junto a ti no puede aclarar dicho momento, pero me arrancaría el corazón, enterraría mis garras para darte vida. El olvido ya me seduce y el sonido de la muerte ya no se escucha, solo tengo lo que alguna vez fuiste.
Puedo decir que como los gusanos te hago el amor, esta necrófila relación es perfecta, en tanto mi cerebro no se pudra como tu cadáver.

lunes, 11 de octubre de 2010

Dios ha muerto

Ríos de sangre que corren, que ahogan el silencio de las verdades detrás de esta conciencia. El universo palpita el reflejo de la vida, esconde lo que el pasado dejó, florecen los sentimientos abstractos de una mente acomplejada por la nada. Lágrimas que recorren los furiosos ojos de aquel que alguna vez vio lo que su deseo dejó. Sin nada que pensar, sin nada que realizar, el rechazo de esta sociedad es el complejo de la verdad. Rompemos las cadenas de la injusticia, los asesinos mueren y los inocentes corren para en busca de su culpa. Los huesos de los hermanos se unen en eslabones de misericordia, palpitan el recuerdo de la insuficiencia vital. La caída del más grande es la furia del pequeño, el sueño corrompido por la soledad es convertido en un maleficio. Los ríos se convierten en mares de cadáveres, y la verdad nunca fue tan incierta. Bellas flores se resecan ante una ausencia, mis lágrimas ya secas prevalecen en el olvidado jardín. El apocalíptico tiempo de perdonar nuestros pecados ha llegado y a través de la fuerza de los caídos, nuestros cuerpos serán torturados. Lo que alguna vez hemos amado se evaporó por la sensación de una pérdida inevitable y prolongada. El pensamiento nihilista de la muerte de dios en realidad se ha convertido y el fruto prohibido es el postre de los arrepentidos.